El amor por los animales y la cada vez más frecuente presencia de mascotas, hace que las familias busquen una salida digna para sus acompañantes una vez fallecen
En los últimos años los crematorios para mascotas han aumentado su presencia en España. El amor por los animales y la cada vez más frecuente presencia de mascotas, hace que las familias busquen una salida digna para sus acompañantes una vez fallecen. Un claro ejemplo de esta innovación es ‘Agur’, el único crematorio y tanatorio que existe en Vitoria-Gasteiz y que cuenta con poco más de un año de vida. Tal y como explican al diario Gasteiz Hoy sus propietarios, la idea parte de sus dos socios, Natalia Villar y Mariano Marco, y del momento en que se dieron cuenta de lo duro que resulta despedirse de esos otros «compañeros de vida».
Quienes acuden pueden elegir el servicio que desean (cremación individual, presencial o colectiva) e incluso la posibilidad de que los trabajadores del crematorio acudan a por el cuerpo del animal y se ocupen de todos los trámites. Villar y Marco también se afanan en que las mascotas estén en buenas condiciones para esa última despedida con su familia, para lo que utilizan vendajes, empapadores o incluso lavan al animal.
Una vez llega el momento de la cremación la familia puede elegir permanecer en las instalaciones y seguir el proceso o marcharse y ser luego avisada, una vez finaliza la cremación. Después pueden recoger las cenizas o, en caso de que se trate una ceremonia colectiva, estas son depositadas por el tanatorio en un cementerio animal en Galdames (Vizcaya), donde descansarán con la dignidad que se merecen.