Gallot vive con su familia en el cementerio Père Lachaise de París, del que es director
Benoît Gallot tiene una casa que resulta peculiar para ojos de algunos, pero que para él es algo completamente natural. Y es que este hombre vive junto a su familia en el cementerio Père Lachaise de París, del que es director, entre las tumbas de personas tan conocidas como Jim Morrison o Édith Piaf. Así lo ilustra el diario El Mañana, donde Gallot ofrece otro punto de vista sobre los cementerios, algo que relata en su libro La vie secrète d’un cimetière (La vida secreta de un cementerio).
El francés siempre ha estado ligado al mundo funerario, ya que sus padres trabajaban vendiendo lápidas que tenían expuestas en el jardín de su casa, así que la muerte no era un tema tabú en su familia como lo es para la mayoría de la sociedad.
Este cementerio es tan grande como el Vaticano y en él habitan 1,3 millones de personas, así que muchos de los millones de turistas que pasan por allí se pierden o no encuentran la salida y les aterra quedarse atrapados en este lugar. Es por eso que en 2018, cuando fue nombrado director del cementerio, lo recorrió entero con un mapa para aprender a situar dónde está cada tumba, porque también hay muchas personas que no encuentran la lápida de sus familiares y parte de su trabajo es acompañar a los visitantes.
Gallot explica que hay tumbas que se salen de lo tradicional y tienen diferentes símbolos. A él le encantan los epitafios tan originales con los que a veces los allegados despiden a su ser querido, pero también hay lápidas tienen coronas de flores, que simbolizan el ciclo eterno o relojes de arena, que simbolizan el paso del tiempo. Sobre todo, las que más le atraen son las lápidas «que hablan», «aquellas que liberan poesía y no solo nombres y fechas».