El periodo navideño es un momento muy delicado para aquellas familias que han perdido recientemente a algún miembro
¿Cómo afrontamos esa primera Navidad cuando hemos perdido a algún familiar o amigo? Ese es el principal interrogante que trató de resolver la psicóloga especialista, Nuria Javaloyes, en “Mi primera Navidad sin ti”, charla organizada por Grupo ASV Servicios Funerarios con el objetivo de ofrecer consuelo, y sobre todo voz experta y herramientas, en torno a unas emociones difíciles de gestionar en un periodo tan festivo como es el navideño.
La sesión, que tuvo lugar en Alicante, reunió a más de un centenar de personas, a las que se sumaron varios centenares más a través de la retransmisión en directo en el canal de Youtube de la compañía, donde todavía se puede consultar. Los expertos coinciden en que el primer año de la pérdida de un ser querido es el más difícil porque «no sabemos qué hacer ni cómo afrontarla». Por ello, es importante tener en cuenta que el duelo no se resuelve huyendo sino viviéndolo, experimentándolo y conectando con la parte emocional. Así, huir, evitar o negar suelen ser fases normales pero no favorables. Y es que es importante tener en cuenta que compartir la pena sana, por la conexión con el otro, mientras que guardar el dolor puede cronificarlo.
Planificar la Navidad con antelación
En este sentido, la principal es tratar de planificar con antelación y construir una nueva Navidad en la que esta se convierta en un ritual. “Es recomendable convocar una reunión familiar previa, sin excluir a los mayores y a los niños, para hablar de lo que se va a hacer durante las fechas navideñas. Nos servirá para expresar necesidades, hablar en voz alta de la importancia de lo que ha ocurrido en la familia y para darnos permiso para expresar las emociones, algo realmente importante a la hora de superar un duelo de forma sana y natural” comentó Javaloyes.
También se considera importante que el ser querido fallecido sí esté presente de un modo u otro. Para ello los expertos recomiendan crear un espacio, un tiempo o una manera concreta para recordarle, marcado de forma clara (antes de comer o de abrir los regalos etc..). Ya sea con unas palabras, un brindis, un montaje video/foto, un dibujo, una vela, una canción o una anécdota divertida.
“Que nuestro ser querido sí esté presente, de otra manera, sabiendo que, emocionarse es recordar y que para aliviar el dolor de los recuerdos debemos sumergirnos en ellos, revivirlos sintiéndolos y poniéndole palabras a esa experiencia. Afrontando el hecho de que su silla estará vacía, experimentando interconexión profunda con los que sí están, honrando a quien ya no está y permitiéndonos expresar gratitud” explica la psicóloga.
No dejar atrás a los niños
Los adultos son modelos para los niños de cómo se afronta un momento difícil en la vida. Por eso esconder o no hablar de la muerte no es la mejor manera de enfrentar una situación de esta índole. Se aconseja incorporarlos en todos los rituales y permitidles una participación activa.
En su intervención, Nuria Javaloyes, estuvo acompañada además por David e Isabel, cuyo testimonio vital emocionó a los asistentes y sirvió de ayuda para entablar un cercano y cálido entorno participativo sobre cómo enfrentarse a unas primeras navidades sin aquellos a los que más quieres. De hecho, tras sus intervenciones fueron varias las personas del público que, de forma improvisada y natural, quisieron aportar su visión sobre el duelo y sus dudas e inquietudes al respecto.