La ex presidenta de la Comunidad de Madrid habla sobre su experiencia cercana a la muerte tras sufrir un duro accidente de moto en 2013
«Estuve en coma dos semanas y un mes en la UCI debatiéndome entre la vida y la muerte. Y luego estuve mucho tiempo con rehabilitación, con secuelas. Fue un coma inducido, porque yo me estaba muriendo». Así explicaba Cristina Cifuentes cómo vivió los días siguientes al grave accidente de moto que, en 2013, casi acaba con su vida.
Gran aficionada a las motos, la ex presidenta de la Comunidad de Madrid circulaba por el Paseo de la Castellana de Madrid en una cuando un coche la embistió. “Lo que a mí me ha marcado no es estar cerca de la muerte, que también, pero hay un paso más: prepararte para morir, llegar a un punto en el que ya no quieres seguir luchando», ha explicado en el pódcast El Elegido, conducido por el Maestro Joao.
La ex dirigente del PP explicó que su lesión “más leve” fueron 18 fracturas de costilla, una vértebra aplastada y la clavícula partida. Sobre los días que pasó en coma, narra que fue una experiencia muy dura, pero que una vez fuera de él, los dolores eran tan terribles que ni la morfina los aliviaba. «Era un dolor constante y permanente, pero mucho peor es el miedo. No puedes hablar con una traqueotomía, no sabes cómo vas a quedar, oyes cosas, pero a ti te tratan como si no estuvieras delante. Es un miedo terrorífico el que pasas».
Además, Cristina Cifuentes recuerda que, mientras estuvo sedada, tuvo varios sueños: «En el sueño tengo un accidente, vuelvo a mi lugar de trabajo, que era la delegación del Gobierno, reúno a todo mi equipo en una sala y les explico que he tenido un accidente y que voy a tener que estar fuera una temporada y reparto las tareas» cuenta. «A partir de ahí, mi sueño transcurre en un hospital, pero los que me atendían eran japoneses y era muy angustioso, porque quería saber dónde estaba».