Las flores, el ataúd, el traslado, el tanatorio… Son muchos los aspectos a tener en cuenta a la hora de hacer frente a un funeral. Y uno de ellos es también la lápida. En la mayoría de los casos se busca que sea estética y duradera, pero ¿cuál es su precio? El abanico de tarifas es muy amplio y depende de diversos factores. Te contamos cuánto cuesta una lápida en España.
Factores que influyen en el precio de una lápida
El material o las dimensiones son algunos de los factores que influyen en el precio de una lápida, pero si hay uno realmente importante es la técnica utilizada en el diseño de la misma. En función de esto, las lápidas en España pueden variar entre los 500 y los 2.500 euros.
A continuación, detallamos las técnicas más comunes:
- Chorro de arena: son las lápidas más convencionales. Se utiliza una plantilla para grabar la figura y las letras, de manera que el resto de la lápida conserva su aspecto liso y brillante. El resultado es un bajorrelieve muy fino al que luego se le puede añadir color.
- Grabación láser: se deben emplear máquinas específicas que sirven para prácticamente cualquier material, aunque lo más habitual es que esta técnica se emplee sobre granito negro.
- Incrustación: las lápidas se agujerean para vaciarlas, dejando un hueco en el interior donde va colocada la pieza de porcelana. La incrustación se suele reservar al dibujo que acompaña a las letras y números de la lápida.
- Relieve: son las lápidas que tienen figuras esculpidas en un espesor variable, normalmente entre dos y seis centímetros. A mayor relieve más alto será su coste, aunque mejor será también el resultado.
Tendencias en lápidas
El diseño de las lápidas ha evolucionado mucho con el paso de los años. Progresivamente se han ido añadiendo cada vez más detalles personalizables acordes al gusto de la familia.
En la actualidad, el objetivo al escoger una lápida es que recoja fielmente la personalidad del difunto. Se busca un detalle que cuando pasen décadas siga teniendo vigencia. Una de las novedades más llamativas en este ámbito es la aparición de todo tipo de colores, desde el rojo al azul o el rosa, con los que rememorar el carácter del difunto. Sobre ella también se colocan todo tipo de ornamentaciones, desde cruces a santos, pasando por las placas con la frase o leyenda que se haya escogido para el recuerdo póstumo o recipientes para la colocación de flores. Todo ello debe tener uniformidad y elegancia, y estar acorde al perfil del fallecido.