La pérdida de un ser querido es un momento especialmente difícil, en el que toda ayuda es importante. Bajo esta premisa nace la figura del agente funerario, que se pone a disposición de la familia del fallecido para realizar distintos tipos de gestiones relacionadas con el proceso funerario. En esos momentos complicados y de procedimientos burocráticos posiblemente desconocidos para familiares y amigos, este agente se encarga de asesorarles con el fin de organizar el funeral de la mejor manera posible.
¿Qué es el agente funerario?
El agente funerario es el profesional que contrata una agencia funeraria como encargado de prestar ayuda y asesoramiento a los familiares de la persona fallecida, así como de facilitarles a estos las tareas de tipo administrativo y burocrático que surgen cuando hay que preparar un velatorio y entierro.
Se trata de momentos muy duros y difíciles para aquellas personas a las que les toca vivir el duelo por un ser querido, por lo que el papel del agente funerario se vuelve fundamental para que todos los trámites relativos al fallecimiento sean más llevaderos.
Funciones del agente funerario
Las tareas de estos profesionales son muy dispares y van mucho más allá de la mera contratación de servicios funerarios. Desarrollan funciones muy diferentes durante el proceso fúnebre. Estas son algunas de las principales:
- Informar a las familias sobre las diferentes opciones de servicios funerarios.
- Acordar con las familias las fechas y lugares de celebración de velatorios y posibles servicios religiosos.
- Ayudar a elegir entre la cremación o la inhumación de la persona fallecida.
- Ofrecer consejo y consuelo a los familiares y amigos del difunto.
- Presentar certificados de defunción y otros documentos legales con las autoridades correspondientes.
- Ayudar a resolver reclamaciones de seguros y solicitar beneficios funerarios.
- Facilitar y resolver las dudas que pudieran surgir a la familia
Además, muchos agentes funerarios trabajan con clientes que desean planificar sus propios funerales con anticipación, para garantizar que se satisfagan sus necesidades y no dejar esta decisión tan personal a sus familiares.