Lidiar con cientos de muertos cada semana. A esta situación se han tenido que enfrentar muchos trabajadores en el último año para dar sepultura a miles de personas que han perdido la vida a causa de la Covid. Pero los funerarios no solo han tenido y tienen que batallar con los riesgos generados por este virus, sino que también se han transformado en apoyos clave para las familias que han encontrado en estos profesionales ese aliento tan necesario. Y todo esto acaba, de algún modo, pasando factura. Los empleados funerarios acusan acusan el desgaste y el cansancio de estos meses donde han tenido que sobreponerse al dolor y garantizar su salud.
Estrés y ansiedad entre los funerarios
Javier Grimal, encargado de servicios de Pompas Fúnebres El Paraíso en Zaragoza, relató en la Ser que los trabajadores funerarios han pasado grandes niveles de estrés y ansiedad. El miedo y el temor al contagio, asegura, también hizo mella en ellos, tanto que «se llegaron a bajas por depresión y agotamiento en algunos casos «.
Ahora, en cambio, la situación, sin ser aún buena, parece estar algo mejor. «Había mucho desconocimiento porque faltaban protocolos, equipos de protección y conocimiento», explica Grimal. Ahora, «ya sabemos más cosas de las que sabíamos en primavera, y eso nos está sirviendo».
Funerarios, los grandes olvidados de la primera línea contra el coronavirus
Además, Grimal reconoce que se han sentido un poco «abandonados» por la administración. «Fue un nivel más de desinformación, de falta de seguridad», señala, algo que coincide con el resto del sector.
Ha habido jornadas durísimas, con muertes que se pisaban unas a otra; jornadas sin descanso en las que había que calmar la tristeza de unas familias que no solo perdían a sus seres queridos, sino que además este virus impedía que pudieran despedirse físicamente de ellos. Se han vivido y se viven momentos trágicos. Sin embargo, los funerarios son, sin duda, los grandes olvidados en la primera línea contra el coronavirus. Y muy pocos reparan en lo esencial de su servicio, imprescindible durante la pandemia.
Lo que preocupa ahora al sector funerario es la cercanía de su personal al virus. Y es, por ello, que reclaman la vacunación prioritaria tras las personas de riesgo. Como llevan repitiendo desde hace meses, ellos son «el último eslabón de la cadena sanitaria».