Uno de las grandes avances que se han llevado a cabo en el sector es la introducción de nuevos elementos que permiten realizar un mejor acondicionamiento del difunto. Una de estas herramientas es el aerógrafo.
Este útil permite aplicar sobre la piel una fina capa de maquillaje como si de un aerosol se tratara. De esta manera ,evitando el uso de las tradicionales esponjas, se consigue una mejor conservación de la piel, con una distribución natural y uniforme. Además de los beneficios estéticos, la herramienta acorta el tiempo utilizado en el maquillaje y permite utilizar solo la cantidad necesaria, evitando generar desperdicios.
Ahorra tiempo y dinero
«A largo plazo es una técnica mucho más barata que el maquillaje tradicional» señala Juan Diego Calderón, tanatopractor y formador en Formación Funeraria.
Una vez realizada la inversión inicial (la compra de los componentes, el maquillaje y los productos para su limpieza), que ronda los 500 euros, el gasto en maquillaje y en los productos necesarios para su aplicación es mucho menor que el de técnicas más tradicionales.
En cuanto a su mantenimiento, «al contrario de lo que se pueda pensar, el mantenimiento del aerógrafo es sencillo, ya que simplemente hay que saber desmontarlo y montarlo para su correcta limpieza, que en el 99% de los casos puede realizarse con agua».
La clave: la formación
La innovación debe ser siempre uno de los pilares que acompañen la expansión de cualquier sector. Por sus peculiaridades, dentro del ámbito funerario es necesario acompañar, aun más que en cualquier otro, esta innovación de la mejor formación disponible.
Actualmente existen diversos cursos en los que los profesionales pueden especializarse en esta técnica, familiarizándose con la herramienta y comenzar a aprovechar sus múltiples beneficios.
No hacen falta conocimientos previos, pero sí ganas de aprender. Tal y como nos señala Juan Diego «nuestra formación consta de una parte teórica y otra práctica, de 16 horas de duración. Una vez completada, cualquier alumno tendrá los conocimientos básicos para poder utilizar esta técnica».
Un gran aliado contra la Covid
Además, por las características del aerógrafo, este supone un gran avance a la hora de adoptar medidas contra la Covid, ya que permite maquillar al difunto minimizando el contacto. La aplicación se realiza a unos 10 centímetros del cadáver, lo que además evita la posible contaminación de las herramientas que, de otra forma, se utilizarían para preparar el cuerpo.
Y es que no se debe olvidar que «cuando trabajamos con un fallecido, este siempre debe ser tratado por un profesional como si de un difunto contagioso se tratase, tomando todas las medidas de precaución que estén a nuestro alcance».