Quedan poco más de tres semanas para la celebración del Día de Difuntos. Se trata de una festividad de gran tradición en España en la que multitud de personas se reúnen para honrar a aquellos seres queridos que han desaparecido. Una jornada emotiva, muy especial y que este año está rodeada de confusión e incertidumbre.
El coronavirus complica la celebración del Día de Difuntos
La pandemia del coronavirus y la grave situación que se vive en muchas zonas debido a los brotes complican enormemente su celebración. Desde innovaFuneraria repasamos algunas de las restricciones que se encuentran activas y cómo estas podrían afectar al transcurso de la fiesta:
- Distancia social: Una de las principales barreras para celebrar esta fiesta con normalidad es la cantidad de gente que suele congregarse en iglesias y cementerios. Se trata de espacios en los que, en momentos de gran afluencia, resulta complicado mantener la distancia de seguridad. Por lo que podrían producirse contagios.
- Aforos: Los cementerios suelen estar al aire libre, por lo que las restricciones son más flexibles que las de espacios cerrados. En los lugares en los que han vuelto a activarse limitaciones, no obstante, se suelen mantener en 15 el número máximo de personas de un velatorio o funeral. Eso siempre que sea en zonas abiertas. De lo contrario, no se puede pasar de 10 personas. Algo muy complicado de cumplir dada la raigambre de esta celebración en la sociedad asturiana. En el caso de las iglesias, además, se han ido estableciendo diferentes medidas para que no entren demasiadas personas y garantizar la distancia social a través del control del aforo.
- Control de cumplimento de medidas: Pero no solo hay que tener en cuenta las medias establecidas en cada zona. También que estas podrían no cumplirse y que es complicado vigilar en cementerios, por ejemplo, que todo el mundo lleve puesta la mascarilla. Por eso, ante celebraciones como esta, es fundamental apelar a la responsabilidad colectiva.
El peor Día de Difuntos para las floristerías
Con todo esto, las floristerías vivirán un Día de Difuntos muy diferente al de otros años. Las restricciones que ha impuesto el coronavirus -y las dificultades para comprar ramos y otros obsequios y llevarlos a los cementerios- tendrán un impacto directo en sus ventas. Su recaudación será menor y se quedarán sin una de las fiestas que más contribuyen a sus beneficios.