Las cifras del Instituto Nacional de Estadística reflejan la dureza con la que la pandemia atacó al país el pasado año, en 12 meses en los que fallecieron 492.930 personas. Esto son 75.305 muertes (un 17,7% ) más que en 2019.
Por meses «cabe destacar los aumentos de defunciones en marzo y abril, del 56.8% y 78.2% respectivamente, respecto a los mismos meses del año anterior», señala el informe.
Así mismo, cabe destacar la evolución de la mortalidad a partir de agosto, «sobre todo en octubre y noviembre, cuando el número de defunciones se incrementó un 21,0% y un 21,6% respectivamente, respecto a los mismos meses del año anterior».
En cuanto a regiones, Madrid es la que ha registrado una mayor diferencia de muertes (41.2% más de fallecimientos), seguida de Castilla-La Mancha (32.3%) y Castilla y León (26%).
Aunque el Instituto no específica a qué se debe el incremento, es de imaginar que estén directamente relacionadas con la expansión de la Covid-19 en España. A su vez, la esperanza de vida ha caído, al mismo tiempo que aumentaron las muertes, hasta descender en 1,24 años y fijarse en los 82,34 años.
Otro de los datos significativos es el descenso en el número medio de hijos por mujer, que se situó en 1,18, un 5,59% menos respecto a 2019. Además, y en consecuencia a las medidas adoptadas en la lucha contra la pandemia, los matrimonios disminuyeron un 45.7%, con una edad media creciente de 40,4 años en el caso de los hombres y 37,4 en el de las mujeres.