“El funcionamiento de la sanidad mortuoria” ha sido una de las primeras conferenias que han tenido lugar en FunEXPO, la Feria Funeraria que se celebra estos días en la Caja Mágica de Madrid. José Ignacio de Miguel, Técnico Superior de Salud Pública (Sanidad Mortuoria) en la Comunidad de Madrid, ofrecía una interesante charla en la que abordaba en qué consiste exactamente la sanidad mortuoria. Para ello, de Miguel comenzaba la charla realizando un repaso histórico desde las primeras leyes y rituales hasta la actualidad. Así, la exposición hizo un recorrido por normativas, como la 1944, hasta las transferencias a las comunidades autónomas, sus particularidades y la situación vigente hoy en día.
“La sanidad mortuoria es una parte de la salud pública que, entre otros, comprende la aplicación de prácticas sanitarias sobre cadáveres, el control de las condiciones de manipulación o su clasificación sanitaria”, destacaba el experto.
Una definición a la que seguiría la de cadáver, “el cuerpo humano durante los cinco años siguientes a la muerte”, restos cadavéricos, “lo que queda del cuerpo terminados los fenómenos de destrucción” y restos humanos de entidad suficiente, “partes del cuerpo procedentes de abortos, mutilaciones, intervenciones quirúrgicas, autopsias o actividades de docencia”, aunque en cuanto a estos límites no existe consenso general entre las distintas normativas de las comunidades.
Un repaso sobre conceptos básicos y las normativas relacionadas que concluía con una mirada al futuro, en el que será necesario “una reglamentación nacional en los aspectos que generan conflicto entre las administraciones, porque, por ejemplo, no coinciden las condiciones de traslado de una comunidad a otra”. El intento más actual, ha comentado José Ignacio De Miguel, es la guía de consenso aunque sin normas vinculantes y, un proyecto de ley que no llegó a ser. Además, finalizaba el especialista, “habrá que valorar todas las técnicas que están apareciendo y aparecerán para su regulación”.