La situación ha empeorado en los últimos días debido a la multiplicación de los contagios por coronavirus. Y las autoridades competentes han decidido imponer limitaciones para tratar de frenar a la COVID-19 en Salamanca y Valladolid. Una situación que lleva a casi 450.000 personas a convivir con medidas muy similares a las de la Fase I de la desescalada. Y que tienen un impacto directo en velatorios y entierros.
En las últimas semanas, de hecho, los brotes se han multiplicado por toda España –algunos con negocios funerarios como protagonistas– y la probabilidad de que este tipo de normativa se extienda a otras zonas del país crece con el paso de los días.
Limitaciones de aforo
Tal y como se publicó ayer en Boletín Oficial de Castilla y León, los velatorios y entierros quedan limitados a una asistencia máxima de 15 personas al aire libre y de 10 en espacios cerrados. Y «la participación en la comitiva del para el enterramiento de la persona fallecida se restringe a un máximo de quince personas, entre familiares y allegados, además de, en su caso, la persona que oficie el acto de despedida del difunto».
Estas medidas devuelven a los establecimientos funerarios de Salamanca y Valladolid a la Fase I de la desescalada, en la que se aplicaron estas mismas limitaciones. En cuanto a las ceremonias religiosas o civiles y a los lugares de culto, el gobierno autonómico establece un máximo de 50 personas al aire libre y 25 en espacios cerrados. «Sin superar un ningún caso un tercio del aforo máximo permitido», apostilla el documento.
Velatorios, entierros y otras restricciones
Las restricciones que el coronavirus ha obligado a implantar de nuevo en estas zonas, no obstante, van mucho más allá de los negocios funerarios. Y afectan especialmente a actividades de ocio como el deporte. O a la cultura, con limitaciones en espacios como cines, bibliotecas y teatros.
También la hostelería ha tenido que dar un paso atrás. De este modo, ya no se permite consumir en la barra. Tampoco se puede permanecer de pie en bares, cafeterías y restaurantes, que deben cumplir distancias y evitar aglomeraciones. Tal y como refleja el Boletín Oficial de Castilla y León, «tanto en el interior de los locales como en las terrazas al aire libre
deberá garantizarse una distancia mínima entre mesas o agrupaciones de mesas de 1,5 metros, con un máximo de 6 personas por mesa o agrupación de ellas».