Los fallecidos no pueden ser enterrados por falta de espacio y no hay sitio en los hospitales para atender a los contagiados. El coronavirus tiene a Bolivia contra las cuerdas y el gobierno del país americano ha tomado una polémica decisión para luchar contra la pandemia.
Los hospitales de Univalle, de Cochabamba, y Udabol, de Santa Cruz, de este modo, pasarán a estar bajo el control del ejecutivo, que los ha expropiado. Tal y como informa la agencia Europa Press, el propio gobierno ha anunciado que hará lo mismo con los lugares destinados al enterramiento de los difuntos.
«En caso de que lleguemos a colapsar, vamos a intervenir cementerios privados. Nosotros no vamos a permitir que nuestra gente no tenga dónde estar enterrada», ha indicado el ministro Arturo Murillo.
Aunque el gobierno ha declarado que se pagará un precio «justo» por este tipo de establecimientos, sus palabras han provocado las críticas de los propietarios.
«Exhortamos al Gobierno a que, si se necesitan mayores acciones y recursos para enfrentar la crisis sanitaria, privilegie el diálogo y la coordinación con los actores directos, prescindiendo de advertencias y acciones unilaterales», han indicado desde la Confederación de Empresarios Privados de Bolivia, tal y como recoge la prensa local.
Un país en una situación crítica debido al coronavirus
Aunque las partes más afectadas del país son Cochabamba, Santa Cruz, Beni y La Paz, toda Bolivia está pasando un momento muy complicado. La pandemia ha dejado ya casi 2.000 muertos y más de 32.000 personas infectadas. El coronavirus, por lo tanto, sigue azotando con fuerza diferentes regiones del mundo.