No ha habido sector que no haya quedado tocado por los efectos del coronavirus, y el funerario, aunque pueda parecer extraño, ha sido uno de los más afectados. El muchas veces olvidado último eslabón de la cadena de salud pública ha sufrido un duro golpe económico durante la pandemia. La caída de la facturación ronda el 50%, según los datos provisionales de la Asociación Nacional de Servicios Funerarios (Panasef).
Pérdidas económicas en el sector funerario
Según datos de Panasef, el sector funerario ha sufrido una caída de la facturación del 50% entre marzo y septiembre con respecto al mismo período del año pasado. Esto supone una pérdida por valor de aproximadamente 400 millones de euros.
Las pérdidas económicas se deben fundamentalmente al incremento exponencial de gastos extras debido a las circunstancias del momento, así como a las limitaciones del Estado de Alarma que eliminó por riesgo de contagios los servicios que suelen rodear a un sepelio.
Las pérdidas del sector funerario entre marzo y septiembre rondan el 50% por los gastos extra debido al coronavirus y las limitaciones del Estado de Alarma
Durante el pico de la pandemia el incremento de la mortalidad se disparó a niveles no conocidos. Por ello, las funerarias tuvieron que incrementar sus plantillas entre un 10 y un 15% de media en todo el país. Además, hubo que hacer un importante gasto en horas extra a los trabajadores, adquisición de equipos de protección sanitarios o el alquiler de camiones frigoríficos.
Además, el Estado de Alarma cerró a cal y canto los tanatorios, permitiendo la entrada de muy pocos familiares del fallecido. Esto supuso una importante reducción de las ventas que realizan las funerarias en torno al sepelio.
¿Cuántas empresas funerarias existen en España?
En España existen 1.300 empresas funerarias, de las cuáles 1.000 son unifamiliares y 300 pymes o grandes compañías. Entre todas generan más de 12.000 puestos de empleo, un número que se ha incrementado especialmente este 2020 debido a la pandemia.
El sector se ha transformado mucho en los últimos años y vive un proceso de modernización y digitalización, que se ha hecho también imprescindible durante los últimos meses.