La pandemia ha acelerado la transformación del sector funerario y de los funerales tradicionales, con innovaciones que han llegado para quedarse y otras llamadas a desaparecer. Entre las primeras, una tendencia que parece haberse estabilizado es la del auge de contrataciones y planificación en vida. «El volumen de primas de seguros de decesos creció un 79% entre 2005 y 2019, el 47% ya dispone de este seguro, que se hacen cargo del 60% de los servicios funerarios», esta es una de las conclusiones del estudio “las 12 tendencias que marcarán el futuro del sector funerario”, elaborado por Funos.
Una mayor personalización es otro de los resultados que se desprenden del análisis, «una tendencia que va llegando progresivamente a España» y es que, como señala el documento, las personas buscan cada vez más involucrarse en la organización de los servicios de sus seres queridos. Además, seleccionamos otros tres resultados del estudio.
Mayor transparencia
«Los españoles aprueban la transparencia de las funerarias como una nota media de 5,6 sobre 10», destaca la investigación, que señala que la mejora de la transparencia de las funerarias iría «ligada a una mayor digitalización de los servicios». Así, 8 de cada 10 españoles no contrataría en un futuro a una empresa que no mostrara sus precios en su web.
Huella digital
Con la democratización en el uso de las redes sociales se crea una nueva necesidad: ¿Qué hacer con toda esa información guardada sobre nosotros en la red?. Para dar contestación, muchas empresas ofrecen la posibilidad de gestionar la huella digital, «desde cerrar perfiles en redes sociales o convertir las cuentas en conmemorativas, programar posts o enviar mensajes a familiares y amigos después de la partida».
Servicios funerarios del futuro
«Aunque de manera menos notoria, en los últimos años han aparecido en España (y otros países) innovaciones en el sector que, para muchos pueden resultar extravagantes, pero que son muestra elocuente de los cambios que está viviendo la sociedad española», así refiere a nuevas técnicas como la criogenización, el envío de cenizas al espacio o la reutilización de las cenizas en diamantes. Además, otras dos que son ya una realidad en nuestro país (plantar un árbol en el lugar de las cenizas) y en países de nuestro entorno (la cremación con agua, hidrólisis alcalina o resomación).