Se habilitarán autobuses desde la Caja Mágica para que los asistentes a FunEXPO puedan conocer la necrópolis de Nuestra Señora de la Almudena, llena de historia, arquitectura y botánica
Los visitantes y expositores de FunEXPO Madrid tendrán la oportunidad de realizar una visita guiada al cementerio de Nuestra Señora de la Almudena, uno de los más grandes y antiguos de Europa Occidental. Estas visitas guiadas están organizadas y patrocinadas por la Empresa Municipal de Servicios Funerarios y Cementerios de Madrid (SFM), entidad colaboradora de la feria. Durante los días de celebración de la feria y el congreso, es decir, entre el 8 y el 11 de junio de 2021, saldrán de forma periódica autobuses desde Caja Mágica, sede de FunEXPO Madrid, hasta esta necrópolis que cuenta con una extensión de 120 hectáreas y con más de 130 años de historia, lo que la convierten en un lugar de visita obligado no solo para los profesionales del sector funerario, sino también para los amantes de la Historia, la Arquitectura y la Botánica.
Durante las visitas al Cementerio de Nuestra Señora de la Almudena, inaugurado en 1884 como la “Necrópolis del Este”, se podrán ver las tres partes diferentes que componen esta necrópolis histórica: el cementerio civil, el cementerio hebreo y el cementerio de Nuestra Señora de la Almudena; donde además se ubica el Jardín del Recuerdo y también el Cementerio de Epidemias, la parte más antigua del conjunto con sepulturas desde finales del siglo XIX.
El Cementerio Municipal de Nuestra Señora de la Almudena, presta sus servicios diariamente en la capital de España, Madrid, y a todo aquel que desee reposar en este histórico cementerio. El crematorio que tiene en su interior, así como el Jardín del Recuerdo, ofrece alternativas de incineración a todas aquellas personas que se decidan por esta opción.
Este cementerio fue diseñado por los arquitectos Fernando Arbós y Tremanti y José Urioste, quienes, influidos por la arquitectura funeraria de otros cementerios europeos, proyectaron construir una gran necrópolis extramuros para la ciudad de Madrid a finales del siglo XIX. Tras ellos, el arquitecto municipal Francisco García Nava (enterrado en el mismo cementerio) y otros muchos arquitectos han dejado su huella también en el recinto. A través de su recorrido se pueden rastrear los cambios artísticos y estilísticos de sus 130 años de historia, así como en señalar enterramientos destacados por su relevancia patrimonial. Además, como monumento al aire libre, el conjunto presenta especies vegetales, algunas de ellas cargadas de simbolismo que le aportan significado y solemnidad al conjunto.