Hacer cola durante horas a las puertas del cementerio para terminar teniendo que volverse a casa con el féretro. Esta es la dolorosa escena que han tenido que vivir en Cochabamba (Bolivia) debido al conflicto que se ha producido en el camposanto de la ciudad y que ha paralizado su actividad.
Los trabajadores de las instalaciones se han negado a atender las necesidades de las familias que buscaban despedir a sus seres queridos. Lo han hecho por el temor a ser contagiados por coronavirus, que azota con fuerza en estos momentos el país americano.
«¿Tenemos que llevar el féretro a casa?»
La decisión de los empleados, tal y como informa la agencia española de noticias EFE, ha cabreado a quienes estaban en disposición de celebrar un enterramiento. «¿Qué vamos a hacer ahora, tenemos que llevar el cadáver a nuestra casa?», increpó una de las familiares.
Su frustración era tal que lo hizo mientras mostraba los papeles de defunción asegurando que no murió por COVID-19. Tras la espera, despedida en plena calle de quienes se habían acercado para la ocasión incluida, el féretro fue retirado en coche funerario.
Medidas para evitar contagios
Los trabajadores de las instalaciones, por su parte, defendieron que sospechan que uno de sus compañeros puede haber fallecido por coronavirus. Por lo que piden que se extremen las precauciones. Y también pruebas rápidas para determinar si existe algún positivo y otras medidas para evitar contagios. Además de los enterramientos, paralizaron también las cremaciones.
«Todos los trabajadores, ya sea de la planta o administrativos, estamos propensos a cualquier contagio, en ese sentido, todo el personal de planta ha hecho el paro solicitando que venga una cuadrilla de médicos para que haga un control minucioso», expresó a los medios el administrador del camposanto, Benedicto Gonzales.