Aunque es un concepto que se ha popularizado mucho, hay personas que ni siquiera han oído hablar aún de él. Lo harán en poco tiempo. Porque es una cuestión tremendamente común, por ejemplo, a la hora de hacer un testamento o contratar de un seguro de decesos. Hablamos de la huella digital y de la gestión de la permanencia en internet de las personas y sus datos cuando fallecen.
¿Qué es la huella digital?
Si eres de los que aún están despistados con este tema, lo primero que debes saber es que la huella digital es el rastro que dejan las acciones que realizamos en la red. Los perfiles que creamos en redes sociales, los comentarios que realizamos o las cuentas de correo que empleamos, son algunas de las características de esa identidad virtual.
Cuando fallecemos, todas esas cuentas e interacciones se quedan. Por eso conviene decidir con tiempo qué pasará con ellos cuando muramos. Como ejemplo, los millones de perfiles inactivos que se quedan en espacios como Facebook cuando sus propietarios fallecen. Mientras la plataforma sigue notificando a sus amigos, por ejemplo, sus cumpleaños o recuerdos compartidos.
Esta es una circunstancia estrechamente relacionada con el derecho al olvido en internet, en la que la Asociación Española de Protección de Datos lleva años trabajando.
Algunas funerarias ya lo han incorporado a sus servicios
Para ayudar a los familiares a lidiar con este tipo de cuestiones, algunas funerarias han comenzado a recurrir con empresas especializadas en este asunto. El servicio que reciben los seres queridos del fallecido consiste en la recopilación de datos y el borrado, si se considera oportuno.
Esta es una tarea que supone diversas dificultades, como acceder a las cuentas en redes sociales cuando en muchos casos no se dispone de las contraseñas. O averiguar los servidores en los que esa información está alojada, que pueden estar situados en el extranjeros.
La huella digital aún no está entre las prioridades principales a la hora de contratar un seguro de decesos
Aunque es un tema que ha ganado mucha importancia en los últimos años y se espera que vaya teniendo incluso más en el futuro, el borrado de huella digital aún no es una prioridad para quienes contratan servicios de este tipo.
Así lo recoge la edición del año 2020 del “Barómetro de mercado del sector asegurador en el ramo decesos”, elaborado por Némesis Experience.
Se espera que la llegada de este tipo de cuestiones a las aseguradoras se haga de forma generalizada en el corto y medio plazo. Cuando los usuarios de redes sociales y las personas que utilizan más a menudo internet, en su mayor parte jóvenes, se vayan acercando a sus últimos años de vida.