Hace tiempo que las nuevas tecnologías vienen pisando con fuerza en el sector funerario. Un mejor acercamiento a las necesidades de los usuarios no solo es posible, sino necesario, y este cambio pasa por una fuerte apuesta por la digitalización del sector. El auge de una nueva mentalidad generacional está cada vez más presente, así que no queda otra: renovarse o morir. Por este motivo, se están implementando nuevas herramientas que suponen un soplo de aire fresco en la gestión de los servicios funerarios. ¿Has oído hablar de la tecnología blockchain y los contratos inteligentes?
Tecnología blockchain, el sistema de la inmediatez
Se traduce al español como «cadena de bloques» y, dicho de manera sencilla, es una gigantesca base de datos descentralizada y formada por cadenas de bloques. Esta base de datos está distribuida entre diferentes usuarios (nodos), mediante un sistema criptográfico (cifrado) y organizada en registros de transacciones (bloques). No hay intermediarios, son los propios usuarios quienes se encargan de verificar las transacciones para validarlas y registrar el bloque en la base de datos.
La tecnología blockchain supone una revolución para la gestión burocrática del sector funerario. Gracias a este tipo de sistema, se podría programar una red blockchain para que, cuando esta verifique el fallecimiento de una persona, se inicie de forma automática el proceso para notificar la defunción a las partes implicadas. Además, su carácter inmutable y transparente ofrece una ventaja fundamental en la nueva normalidad: la inmediatez. De este modo, también permite proceder de manera instantánea a la ejecución de las actuaciones descritas en la herencia.
¿Qué son los contratos inteligentes o smart contracts?
Un contrato inteligente es un programa informático que facilita, asegura y ejecuta acuerdos registrados entre dos o más partes (que pueden ser personas físicas o personas jurídicas). Forma parte de un sistema no controlado por ninguna de las partes, por lo que funciona de manera automática y autónoma. En lugar de utilizar un documento impreso con lenguaje legal, los smart contracts son códigos informáticos escritos con lenguaje de programación, y al desarrollarse sobre la tecnología blockchain tienen validez sin depender de autoridades: es un código visible por todos y que no se puede cambiar.
Esta idea de la automatización de las relaciones contractuales entre personas (o máquinas) sin la necesidad de terceros es un sueño que tardó dos décadas en hacerse realidad. En 1995, el criptólogo Nick Szabo fue el primero en hablar de lo que hoy en día conocemos como contratos inteligentes. No fue hasta la llegada de las cadenas de bloques cuando este concepto innovador volvió a la vida.
Más allá de ser una necesidad derivada de la creciente digitalización del sector funerario, los contratos inteligentes suponen también una gran ventaja para los clientes, al agilizar las gestiones y reducir de forma considerable los costes de los trámites. Según el I Informe Santalucía de Tendencias en el Seguro de Decesos y Servicios Funerarios, «una aplicación de este tipo reduciría ostensiblemente los tiempos de espera y los trámites necesarios para la transmisión de herencias, proporcionando una significativa reducción de costes».