Unidas Podemos votó en contra de la bajada del IVA en la Comisión de Hacienda, aunque estuvo a favor en 2017:
“No es un cambio de opinión, sino una incisión en nuestra reivindicación de servicios públicos”
“La gestión privada, aunque con una amplia diversidad de cómo lo enfoque la empresa, siempre supone un peligro porque siempre hay un objetivo, que es el ánimo de lucro”
Foto: Daniel Bartolomé
Laura López Domínguez es diputada por Girona en el Congreso de los Diputados. Forma parte de En Comú Podem y del Grupo Parlamentario de Unidas Podemos. Junto al PSOE, su partido votó en contra de la bajada del IVA funerario en la proposición no de ley que fue aprobada en la Comisión de Hacienda, con los votos a favor del resto de partidos. Hemos estado hablando con ella.
¿Cómo valoran desde Unidas Podemos el trabajo del sector durante la pandemia?
Somos una sociedad que no nos permitimos hablar de la muerte. Todos los temas relacionados con la muerte no entran dentro del debate, y en esto se incluye la situación de los trabajadores de este sector. En las actuales circunstancias, entiendo que han pasado por un agotamiento emocional: han sufrido por su salud, por la de su unidad de convivencia, quizás han tenido ellos mismos un deceso a su alrededor y esto lo han tenido que conllevar con un aumento del trabajo y con un dolor distinto por no poder decir adiós. Tenemos que darles reconocimiento por su trabajo, no solo en situación de pandemia, que es algo que no se está haciendo con este sector.
«El objetivo no era dar mala imagen de un sector, sino la prevención«
Con las declaraciones del ministro de Consumo y miembro de su grupo, Alberto Garzón, y la intervención del precio de las funerarias, ¿se ha criminalizado al sector?
El objetivo no era dar mala imagen de un sector, sino la prevención, en un momento muy difícil. Puede que los casos sean aislados, pero es una medida necesaria para que esto no ocurra más, para que toda la gente, independientemente de sus recursos, no tuviera un pesar añadido.
¿No es precisamente la bajada del IVA una medida que repercute directamente en el bolsillo de la gente que menos tiene?
Creo que es muy importante situar el debate donde toca. Para mí, el debate no es si sí o no a la reducción del IVA funerario, sino cómo se puede dar de forma eficiente y que sea igual para toda la sociedad un servicio que es necesario. La respuesta es que este tipo de servicios deberían ser públicos. De esta forma, como lo que aplica es una tasa, se tiene el poder para fijar los precios en función del coste y también llegar mediante subvenciones o mediante el establecimiento de tasas progresivas, regular el precio de forma que no sea una carga para las personas cuando llega el momento de la defunción de sus conocidos. Tendríamos que caminar hasta aquí.
«El debate de verdad es que a día de hoy no tenemos generalizada una gestión pública de los servicios funerarios«
En cuanto a la homologación fiscal con otros países del entorno, ¿qué les parece que España sea el cuarto país de Europa con el IVA funerario más alto?
Poner el énfasis en la bajada del IVA es una jugada, porque mientras estamos hablando de esto, no estamos hablando de lo otro. El argumento de la homologación parte una perspectiva, pero hay otras. Se comenta que hay un acuerdo de distintos estados para no tocar lo armonizado del IVA. Aunque haya margen, a la vez hay ese acuerdo de intentar no engrosar más los IVAs reducidos .
Hay otros sectores que tendrían un efecto más redistributivo. Todo esto es despistar a la atención publica del debate de verdad, que es que a día de hoy no tenemos generalizada una gestión pública de los servicios funerarios. Mientras hablamos del IVA y de reducción de impuestos no hablamos de lo que de verdad importa: asegurarte de que cuando llegue ese momento, puedes acceder sin problema al servicio. Por mucho que se reduzca el IVA, si el precio del servicio es muy elevado, vas a acabar pagando más. Queremos asegurarnos de que todas las personas tengan acceso al servicio.
En 2017, su grupo votó a favor de reducir el IVA funerario, ¿por qué cambiaron de opinión?
Las políticas tienen que dar respuesta a las necesidades de las personas. Lo que en un momento se puede plantear como un parche, en otro momento consideramos que hablar de esto impide que se hable de lo que es verdad. No es un cambio de opinión sino una incisión en nuestra reivindicación de servicios públicos y de no jugar a centrar el debate donde no toca. En este momento, toca asegurar que todas las personas puedan tener acceso a los servicios, y la mejor manera es que el servicio sea público.
«No hay ninguna evidencia de que el servicio privado sea mejor que el público, si no al contrario»
¿A qué modelo se refieren cuando hablan avanzar hacia un sector funerario sea público? ¿A un modelo mixto, como puede pasar en Madrid, cuya funeraria pública ha recibido recientemente una Cruz al mérito por su actuación en la pandemia?
El cambio de modelo, no solo cuando hablamos de este sector, sino de otros, como el energético, no significa que lo anterior se haya hecho mal. La sociedad va cambiando, hay nuevos retos y nuevas necesidades, y los responsables políticos tenemos que dar respuesta. En este sentido, creemos que el modelo que tenemos que tener como horizonte en los servicios funerarios es un modelo público, trabajando conjuntamente con las personas conocedoras del sector y asegurando una ocupación de calidad, además de calidad en la prestación del servicio. Se podría tener en cuenta la experiencia de las empresas privadas que dan el servicio en este momento, pero sí que en el horizonte es un servicio necesario y tendría que ser prestado desde lo público, para reducir las desigualdades que se dan en este ámbito en relación al poder adquisitivo de las personas.
Es lógico pensar que, ante el gran cambio que su partido propone y sus consecuencias, los trabajadores y empresarios estén preocupados. ¿Es un objetivo que todavía se está madurando?
En política, primero se fija el objetivo, pero las acciones a desarrollar no se plantean en un programa electoral. No es el sitio idóneo. Si algún día se tuviera la oportunidad de implantar, se debe tener en cuenta todos los actores implicados y sí se puede aprender de la experiencia de la privada. Aunque no hay evidencia científica de que la prestación de servicios privados revierta en más calidad en los servicios, sí que tenemos una evidencia empírica de que el sector privado es el que tiene experiencia y hay casos de los que debemos aprender.
Insisto que no hay ninguna evidencia de que el servicio privado sea mejor que el público, si no al contrario: desaparece el ánimo de lucro y se pueden revertir todas las ganancias a mejorar el servicio o a cubrir el coste.
Permítame que insista, ¿tan desastrosa es la situación actual que es necesario que todo el sector funerario sea público?
Se ha visto que la privatización de servicios no aporta una mejora en la prestación de servicio y se tiene que devolver lo que es público al sector público. Se privatizó, por ejemplo, la gestión municipal del agua, y se esta intentado recuperar con éxito que vuelva a lo público. ¿Por ser mal modelo? ¿Porque los trabajadores estén mal? No, porque simplemente los recursos públicos tienen que estar gestionados desde criterios públicos, de transparencia, de control de los ciudadanos y de calidad del servicio.
Partimos de la base de que la gestión privada, aunque con una amplia diversidad de cómo lo enfoque la empresa, siempre supone un peligro porque siempre hay un objetivo, que es el ánimo de lucro, y no se puede hacer negocio con los derechos de las personas.
¿Puede citarme algún agravio o hecho empírico que demuestre esa usura de la que habla, o se trata de una teoría general que tienen ustedes?
Es una teoría general, un modelo de sociedad y un modelo de gestión política basada en que los ciudadanos tengamos que gestionar lo público y no dejar al mercado la gestión de las necesidades vitales de las personas.