La pandemia por el coronavirus ha dejado a los artistas falleros en una situación realmente delicada en el terreno profesional. Con las fallas 2021 aún en el aire, a muchos no les ha quedado otra que reinventarse. Esta adaptación profesional supone aprovechar las habilidades ganadas a base de años de oficio para hacer trabajos que habrían sido inimaginables en otro momento, pero que sin embargo ahora se aceptan de buen grado. Un buen ejemplo es el caso del taller de Palacio i Serra, que ha aceptado pintar los nuevos nichos del cementerio de Xeresa (Valencia). En definitiva, han cambiado las fallas por las tumbas.

Sin fallas, pero con nichos que pintar
Pintar nichos es, seguro, lo que menos podría imaginarse los artistas falleros, pero una parte de su producción profesional es, ahora mismo, ajena a la fiesta más famosa de Valencia por causas forzosas. En estos momentos son conscientes de que las ocasiones están para aprovecharlas.
Tal y como aseguró Pepe Mas, uno de los miembros de la sociedad Palacio i Serra, a Levante, el Mercantil Valenciano «las fallas aportan ahora mismo el 10% del presupuesto mensual, por lo que hemos tenido que recurrir a créditos y una póliza». Aún así, esto no ha sido suficiente. «Con todo y eso no nos da, y estamos haciendo otro tipo de trabajos». En total pintarán 80 nichos del nuevo cementerio de Xeresco. El del camposanto es un encargo de la empresa constructora, que había recibido previamente la petición del ayuntamiento.
Los falleros aseguran que hay que buscar nuevos mercados mientras no haya fallas. «Hay que salvar el año, que ahora pinta que serán dos, y lo que no queremos es perder a nadie por el camino», explican. Por eso, actualmente hacen de todo: desde cambiar puertas de casas, calentadores, hasta lo más obvio que es pintar pisos, fachadas o negocios. También pintar nichos.