El último año y medio ha supuesto un auténtico ejercicio de esfuerzo y resistencia frente a una pandemia que ha desbordado cualquier predicción, Por ello, ante estos 18 meses, la vicepresidenta de FunEXPO, María Dolores Asensi, ha decidido hacer balance de lo vivido en el sector. «Los profesionales de tanatorios, crematorios, cementerios, etc. han trabajado bajo una presión extrema, han vivido situaciones difíciles de encajar para cualquier profesional en el último año y medio, y lo han hecho con dignidad, profesionalidad y respeto. Ellos son el último eslabón de la cadena sanitaria. Tras el esfuerzo del personal médico por salvar la vida a la persona, ellos cierran el círculo vital y comienzan otro proceso clave en la vida de la persona, el duelo. Por ello, creo que no solo debemos reconocerles su dedicación durante la pandemia que nos ha tocado vivir, sino también poner en el lugar que merecen su trabajo y la labor social que desempeñan».
Es España, la industria de los servicios funerarios y seguros representa un 0,32% del PIB de nuestro país, dando empleo directo a casi 12.000 personas, una cifra que va en aumento, debido, entre otros, a la inquietud de las empresas por continuar mejorando sus servicios. «Hablamos de unos profesionales implicados y amantes de su profesión, como muestra que más del 71% de los mismos participaron en actividades formativas relacionadas con su actividad profesional en 2019″.
Para Asensi, una de las claves que ha permitido al sector funerario reforzar su compromiso con la sociedad es al apoyo al duelo de las familias. Así, explica que un 62% de estas empresas cuentan con medios específicos para brindar esta ayuda como valor añadido a sus servicios. Quizás, ahora más que nunca, hemos comprendido la importancia de la despedida de nuestros seres queridos, del duelo, de la ceremonia, y que, si ya es difícil enfrentarse a la pérdida de un ser querido, ese dolor se agrava con un adiós desde la distancia y sin encontrarse acompañado.
La vicepresidenta de Funexpo finaliza este balance señalando la dificultad que en nuestra cultura entraña hablar de la muerte lo que ha hecho que los agradecimientos, reconocimientos y conversaciones en torno al sector funerario sean siempre tan limitados. La intención de sus principales actores es que esto cambie, el objetivo es que la sociedad los escuche.»