«Estamos en un momento de relevo generacional. El mayor reto es recolocarnos en lo que creemos que es la posición que nos corresponde en el entorno local», cuentan desde dirección
Hicieron historia en el sector funerario español, al ser la primera empresa privada que ofreció el servicio de tanatorio en 1974. Pompas Fúnebres de La Coruña (PF), orgullosa de su pasado y denominación de origen, entra ahora en 2022 con una nueva imagen corporativa, nueva web, la reapertura de sus centros en O Graxal y Arteixo y una apuesta clara por seguir creciendo para los coruñeses. Siempre con el sello de fabricación gallego en sus arcas, lápidas y placas.
La jubilación de Antonio Modia hijo, el último gran director que ha tenido la empresa y uno de los fundadores de la misma, ha abierto un nuevo periodo de renovación, pero sin olvidar el buen hacer que ha caracterizado su gestión desde el inicio. «Estamos en un momento de relevo generacional. El mayor reto es recolocarnos en lo que creemos que es la posición que nos corresponde en el entorno local. En su momento, PF copaba todo el mercado y cuando hubo una mayor competencia faltó adaptación a la nueva situación», afirma su directora general, Isabel Tamarit, que nos recibe en el tanatorio de plaza de La Palloza, en el centro de A Coruña.
Tamarit es muy consciente de la importancia de una correcta transición digital de la empresa: «Hasta ahora se ha funcionado con el boca-oído. Los vecinos siempre nos agradecen el trato que les damos y sentimos mucho ese calor. Llegamos a los de siempre pero no a las nuevas generaciones que buscan servicios funerarios en internet. Lo vimos en la pandemia, en un momento en el que la presencia física estaba limitada, la posición virtual ayudaba a estar presentes, y Pompas todavía no estaba online. Ahora tenemos una nueva web y debemos trabajar en una nueva conversación online con las familias».
La directora, que se ha incorporado recientemente, valora la «entrega absoluta» de la plantilla, formada por 14 profesionales, durante los periodos más duros de la crisis sanitaria. Los trabajadores, con una media de 18 años en la empresa, ven en el nuevo rumbo una posibilidad para crecer. En palabras de Isabel Tamarit: «Son muy conscientes de lo que fue Pompas en su día, y añoran esa época en la que teníamos 2.200 servicios al año, pero también hay muchas ganas de volver a resurgir».
En solos unas semanas, PF marcará nuevos hitos en su historia: la reapertura de los tanatorios de O Graxal (1 de marzo) y Arteixo (1 de abril), con 4 y 5 salas respectivamente. «Ambos llevan mucho tiempo cerrados. En O Graxal se nos quería mucho -cuenta la directora-. Se encuentra en el centro de la localidad y no son pocos los que estos días se están acercando a las obras de remodelación mostrando su alegría por la reapertura. Siempre estuvimos muy integrados con la gente de allí».
Llegó en el año 1999 y hoy es encargado de Pompas. Serafín Álvarez cuenta a través de su propia trayectoria profesional las dos últimas décadas de la firma. Lo más curioso fue la forma que tuvo de entrar: «Era informático y por aquel entonces quise cambiar de hacer programación a hardware. Estuve un año parado, sin nada serio, y un vecino me comentó que le habían ofrecido esta posibilidad laboral. Él sí que tenía un trabajo en ese momento y me dijo que por qué no me presentaba yo. Y 23 años más tarde aquí estoy».
Álvarez asegura que lo que más le gusta de ser funerario es «ayudar a las familias» y recuerda con cariño el buen hacer y valores de Antonio Modia: «Las familias son lo más importante. Nos decía que nosotros no vendemos, son ellas las que compran y nosotros solo las asesoramos. Antonio insistía en que nuestra función es facilitar las cosas con educación y respeto. Tenemos que aplicar también la psicología, no todas las personas sufren la misma situación y de la misma forma».
Conocedor de la idiosincrasia local, ha notado una evolución en los hábitos de la gente: «Antes se velaba por la noche, por lo que no se cerraba. Ahora es muy raro. El turno de mañana empieza a las 7h y las familias casi entraban contigo. Ahora comienzan a venir sobre las 9h. Hace unos años, había también mayor estrés entre la gente. Con 10 servicios de forma simultánea, nos insistían mucho si había algún retraso de 5-10 minutos. Ahora se afronta el duelo con mayor tranquilidad».
De esta forma, dirección y plantilla afrontan los nuevos tiempos con la experiencia que da el tiempo, y la ilusión de seguir haciendo historia en el sector funerario español. Seguirán el legado de Antonio Modia, tan influyente en Galicia y en todo el país, con la misma profesionalidad que lo caracterizaba.
Me gusta mucho,buena imagen de empresa coruñesa y seriedad de servicio.