Ser respetuoso con el medio ambiente ya no solo es cosa de los vivos. Los entierros clásicos, los de toda la vida, no son biodegradables y muchos de los que optan ahora por una vida 100% verde también elegirán, para su muerte, un funeral ecológico. Por ello, cada vez son más las alternativas ecológicas a los entierros e incineraciones. ¿Has oído hablar de la promación?
Efectos medioambientales de los entierros y cremaciones
Los entierros tradicionales suponen un fuerte impacto medioambiental, y la tala de árboles para la fabricación de ataúdes es uno de los principales problemas. De hecho, hay informes que señalan que cada ataúd supone la tala de un árbol. Pero el principal factor contaminante de un entierro ocurre durante el proceso de descomposición del cadáver.
Hay informes que señalan que cada ataúd de madera supone la tala de un árbol, pero el principal factor contaminante de un entierro es el propio cuerpo
Durante la descomposición el cuerpo -formando principalmente por líquidos- libera un elevado número de sustancias químicas altamente contaminantes como sulfatos, sodio, amoniaco o potasio. Éstos terminan en el suelo, provocando un negativo efecto medioambiental.
La incineración tampoco es una solución para erradicar el impacto medioambiental. El principal inconveniente aquí, a pesar de que la cremación a nivel sanitario impide todo tipo de propagación de epidemias, proviene de la contaminación atmosférica que se genera cada vez que se realizan incineraciones masivas.
Se ha comprobado ya el empeoramiento de la calidad del aire en las zonas cercanas a los crematorios y su impacto en la salud. Esto se debe a que los crematorios son una fuente liberadora de contaminantes orgánicos persistentes.
¿Qué es la promación?
La promación es un tipo de entierro ecológico que surge en Suecia debido a la saturación en los cementerios. Su objetivo es reducir el impacto ambiental que produce el entierro tradicional o la cremación.
Para ello el cuerpo del difunto es sumergido en nitrógeno líquido a -196°C, temperatura a la que la materia orgánica es extremadamente frágil por su alto contenido en agua. A continuación se somete a una vibración, mediante ultrasonidos, convirtiendo el cuerpo en polvo. Este polvo se introduce en una cámara de vacío en la que se extrae el agua (un 70% del volumen). Del polvo seco obtenido se separan metales contaminantes como el mercurio o las prótesis dentales o de huesos, con lo que los restos ya son completamente ecológicos.
La promación es un tipo de entierro ecológico en el que el cuerpo del difunto se sumerge en nitrógeno líquido a -196ºC
El polvo resultante corresponde apenas a un 30% de la masa corporal original, y es introducido en un envase biodegradable que es enterrado a una profundidad de medio metro, impidiendo cualquier tipo de efecto negativo sobre el medio ambiente.
Por InnovaFuneraria