Una de las consecuencias de la crisis de la Covid-19 ha sido el crecimiento en un 210% de la contratación en vida de servicios funerarios a través de Internet, según datos de la empresa Electium Smart. Solo entre marzo y mayo de 2020 murieron en España 45.684 personas por coronavirus, y más de 29.000 fallecieron en residencias de ancianos durante la primera ola. Este hecho ha provocado un aumento de la preocupación de los españoles cuyos padres y madres tienen una edad avanzada. Y, por ello, muchos de ellos han decidido dejar las cosas solucionadas antes de que estos falten. Electium Smart constató en este sentido que el 80% de las contrataciones de servicios funerarios online las realizan hijos para sus padres.
La situación de vulnerabilidad de nuestros mayores
“Durante este año hemos aprendido muchas cosas. Una de ellas es que es mejor afrontar las situaciones complicadas y dejarlas solucionadas antes de que ocurran. Llegada una edad debemos ir pensando en ello, no solo por nuestra tranquilidad también por la de los nuestros”, afirma Christian Gimeno, responsable del proyecto.
La emergencia sanitaria ha puesto de manifiesto, entre otros muchos aspectos, la situación de vulnerabilidad en la que se encuentran nuestros mayores y la responsabilidad que esto conlleva para sus seres queridos. Y como consecuencia, la contratación en vida de los servicios funerarios online se ha disparado.
La gran mayoría de los que contratan este tipo de servicios por Internet son hijos para sus padres. Por ejemplo, en Madrid son las personas entre 50 y 70 años las que más adquieren estos servicios para sus progenitores, cuyas edades oscilan entre los 70 y 90 años.
El 30% de la población fallece sin un servicio funerario previamente contratado
Aproximadamente el 30% de la población fallece sin tener un servicio funerario previamente contratado y dejando, por tanto, a la familia a cargo de los trámites y del alto coste económico que conlleva su fallecimiento. Esto, sin embargo, quedaría resuelto con un servicio como el de Electium Smart. “Mediante este servicio, la familia no tiene que tomar decisiones en un momento con muchísima carga emocional y puede solucionar todo a través de una simple llamada”, explica Gimeno.
Además, este servicio no tiene por qué ser utilizado por la misma persona que lo adquiere. Puede transferirse a quien se desee, en cualquier momento, sin ninguna limitación y según las necesidades. “Es la mejor forma de que los hijos puedan dejar solucionadas las necesidades de sus progenitores de forma anticipada y olvidar esa preocupación. El objetivo es llegar al máximo de población y hacer más accesible la adquisición de este tipo de servicios“, asegura la empresa.