Proyecciones en las paredes de las salas que trasladan a los familiares al mar, a un bosque, a la montaña o directamente al universo. Esta es la revolucionaria propuesta del tanatorio-crematorio de A Coruña de Albia, que utiliza la tecnología inmersiva para que el último adiós a los seres queridos sea lo más especial posible. Se trata de un nuevo servicio, pionero en el ámbito funerario.
¿Cómo utilizar la tecnología inmersiva en los tanatorios?
El proyecto consiste en adaptar las salas de despedida de los tanatorios para convertirlas en espacios inmersivos. Así, en ellas se realizarán proyecciones de alta definición con diferentes temáticas, como el mar, el bosque, el universo o la montaña. Se crearán atmósferas acogedoras y familiares. Y cada temática está compuesta por cuatro piezas de vídeo adaptadas para su proyección en cada una de las seis paredes que componen las dos salas dedicadas a este fin en el tanatorio de A Coruña.
El objetivo es crear para los familiares de los fallecidos «despedidas exclusivas y personalizadas». Gracias a esta tecnología se genera una atmósfera «lo más cálida posible». De esta manera, Albia, empresa líder en el sector funerario, no solo cuida todos los aspectos técnicos derivados del fallecimiento de una persona, sino también la parte emocional de los que sufren la pérdida.
Atención emocional y ayuda al duelo
Los proyectores a través de los que se reflejarán los vídeos en las paredes disponen a su vez de un sistema de control remoto que permitirá encenderlos y apagarlos, regular la intensidad de la luz y activar diferentes contenidos. Además, el tanatorio cuenta con un Departamento de Atención Emocional que se centra en el cuidado de las familias y en que éstas realicen una despedida cercana y tranquila a sus seres queridos en la más estricta intimidad.
En palabras de Juan Rodríguez, CEO de la empresa, este innovador sistema de despedida basado en la tecnología inmersiva «puede favorecer el proceso de duelo y la asimilación de que el familiar ya nunca más va a estar». A la vez, ayuda a reforzar aún más el vínculo con la persona fallecida.
Por su parte, Marian Carvajal, Responsable de Atención Emocional, destaca que para que la despedida sea más amable «se ha creado un espacio de cuidada estimulación visual y auditiva que evoca una experiencia emocional inmersiva cargada de simbología y significado relevantes para el familiar”.