En cualquier ámbito, los detalles son esas pequeñas cosas que separan lo bueno de lo excelente. Trabajadores y empresas del sector funerario, quienes trabajan siempre buscando esa excelencia, son muy conscientes de la importancia de su importancia.
Simples elecciones que pueden marcan la diferencia. Y una de estas elecciones es la de las flores en el momento de un velatorio. Coronas, almohadones o ramos cobran especial protagonismo en estos actos.
Ofrecer flores a los difuntos es una tradición milenaria, una forma de presentar nuestro cariño y respeto a quienes nos dejan. En la antigüedad, las flores eran además utilizadas para amortiguar el olor de los cadáveres, que solían ser velados varios días antes de ser enterrados.
En la actualidad, como sabemos, con las técnicas utilizadas los cuerpos ya no emiten olores, pero regalar flores al difunto es un gesto heredado que ha quedado perenne en nuestra cultura.
Desde Interflora nos señalan las flores blancas, como las rosas, y las coronas, como los productos más vendidos para este tipo de servicio. Por otro lado, y como vemos reflejado en su web, los centros, ramos y almohadones están en pleno auge, siendo productos menos tradicionales que los anteriores.
Contactamos también con Cristina, de la plataforma Mercaflores, y que regenta la floristería ‘Casa Jardín‘ en Aranda de Duero. Ella nos explica que “ahora la situación no esta normalizada, se vende más producto porque muchas personas no pueden o no quieren ir a los funerales debido al Covid-19, y en su lugar mandan flores”.
En cuanto a tendencias, Cristina destaca el centro con forma ovalada vertical como el ‘top-one‘ de las ventas. Como nos comenta, este tipo de centros se utilizan incluso en otro tipo de eventos, como bodas, y entre los colores más demandados se encuentran los ocres, naranjas, granates, rosas y fucsias intensos.
«Con los centros se pueden hacer trabajos muy novedosos y crear un ambiente mucho más acogedor”.
Por contra, los centros parecen haber ganado la partida a las tradicionales coronas, que “están bastante obsoletas. Una cosa que me gusta recomendar es el centro que se pone encima del ataúd, ya que, si hay ceremonia, se luce tanto o más que las coronas”.
Y es que las flores pueden ayudar a acabar con la idea a veces fría y gris de un velatorio, convirtiendo el recuerdo de la persona amada en una ofrenda más colorida y llena de cariño.