La obra, iniciativa de Grupo ASV Servicios Funerarios y Seguros Meridiano, busca ser una herramienta para el diálogo y la reflexión sobre el ciclo de la vida
La obra ‘Yo también soy Peter Pan’ vuelve a la carretera tras el parón por la pandemia y lo hace subiéndose a los escenarios por primera vez de la ciudad de Málaga. Se trata de una producción escénica especialmente dirigida al público familiar que pretende ser una herramienta para el diálogo y la reflexión sobre el ciclo de la vida.
Tras su estreno a finales de 2017 este montaje de Pampol Teatre, ha ido viajando por la geografía española con el objetivo principal de contagiar optimismo, ganas de vivir y compartir lo bueno y feliz del día a día. Y lo hace a través de la historia de Emily, Teo y Nico, tres hermanos a los que les asaltan sus recuerdos de tiempos felices de su niñez cuando se reúnen en la casa desocupada de su fallecida abuela antes de que lleguen unos posibles compradores. Allí, entre trastos inservibles y una fina capa de polvo. afloran sentimientos y situaciones que viajarán entre la risa y la ternura, recuperando la ilusión por afrontar la vida desde la alegría.
Este montaje lleno de emociones, en el que interactúan actores, música, títeres y canciones en directo, es una iniciativa de Grupo ASV Servicios Funerarios y Seguros Meridiano. Y responde a una apuesta por el teatro como un servicio complementario de sensibilización siendo el objetivo principal destacar la importancia de vivir y afrontar la muerte de forma natural, sobre todo con los más pequeños.
“Buscamos de este modo, con el teatro, seguir rompiendo en la sociedad con el tabú del enfrentamiento a la muerte de una manera cercana, respetuosa y desde el apoyo, la ayuda y soporte familiar. Y además con el telón de fondo de la pandemia por Covid que nos ha enseñado mucho sobre todo esto” explica Sonia Carricondo, Responsable de RSC de Grupo ASV.
Con un lenguaje cercano y divertido y una puesta en escena llena de color y ritmo el guión reivindica, de una forma sutil y entrañable, que todos llevamos dentro de nosotros, un Peter Pan. Así como la importancia de seguir jugando y recordando los momentos felices de la infancia y a los que ya no están, dentro de un contexto intergeneracional y educativo.