Un ataúd es, quizás, la imagen que muchas personas tienen en la cabeza al pensar en una funeraria. Un elemento, auténtico protagonista en entierros y funerales, que debe ofrecer una imagen robusta y adecuada al momento para el que es utilizado.
De distintos colores, tamaños y acabados, la mayor parte de ellos comparten una misma silueta, sobre la que familiares y allegados pueden personalizar algunos detalles. En sus orígenes, estos elementos se construían con madera e incluso piedra. Hoy en día la variedad de sus materiales, diseños y formas es casi interminable.
Materiales de siempre, como nunca
Como en todo el sector funerario, la innovación está muy presente en la fabricación de ataúdes. A lo largo de las últimas décadas los féretros han ido incorporando elementos que no contenían en un principio, como el acolchado de su interior. Sin embargo, sí hay algo que parece mantenerse inalterado en el tiempo. Se trata de uno de los materiales más utilizado en su fabricación: la madera de pino.
Este hecho tiene una doble explicación: por un lado, por su capacidad de ignición, la madera de pino es idónea para la cremación (cada vez más elegida por muchas familias). Pero además, se trata de una madera con un precio muy económico, por lo que contribuye a que el servicio funerario no dispare sus costes.
Para el proceso de inhumación, por el contrario, existen actualmente otras maderas (roble, caoba, cerezo o nogal) cuya resistencia y robustez hacen más aconsejables.
Ataúdes ecológicos
Conscientes de la importancia de la conservación del medio ambiente, muchas empresas ya comercializan los denominados féretros ecológicos. Elaborados respetando el medio, en su fabricación se utilizan elementos como barnices al agua y tejidos naturales. Estos ataúdes están regidos por la norma UNE: 190001:2017.
Es el caso de la Serie Ecológica fabricada por CHAO, féretros en los que “todos los materiales empleados en su fabricación son respetuosos con el medio ambiente, siendo combustibles, degradables y/o biodregradables”. Lo que hace de ellos un producto ideal para la inhumación y la incineración de la forma más respetuosa con el medio ambiente.
Por último, en cuanto al precio de los ataúdes, este vendrá dado por el tipo de material utilizado en la fabricación, los detalles que lo acompañen o los acabados finales. Como hemos comentado, la madera de pino se sitúa como una de las más económicas. En la otra parte, el roble suele ser uno de los materiales más costosos. Con todo ello, podemos encontrar ataúdes a partir de 300€ , aunque, en función de los añadidos, pueden llegar a superar los mil euros.